El “moutzolder”, o “granero de malta”, está situado entre los viejos silos de malta. La cervecera de Heineken tenía nada menos que 22 de estos enormes silos, cada uno de los cuales mide 20 metros de altura. Mantenían la malta seca hasta que se molía para convertirla en cebada malteada. Hoy en día, este salón más íntimo tiene capacidad para recepciones de 60 personas. También se puede utilizar como un teatro o espacio de forma en U para pequeñas fiestas.